Dra. Rodríguez Blanco: “La nutrición ha pasado a un primer plano en las consultas de nuestros pacientes por lo que debemos formarnos para hacer recomendaciones con evidencia científica"
14 sep 2019
En los últimos años el etiquetado alimentario se ha modificado para ayudar al paciente a elaborar una dieta más saludable y equilibrada exenta del consumo excesivo de grasas y azúcares. En este mismo sentido, el médico de Atención Primaria ha detectado como aumenta el interés entre la población por comer de manera saludable. Entrevistamos a la Dra. Alicia Rodríguez Blanco, miembro del Grupo de Nutrición de SoMaMFyC, doctora en Medicina por la UAM y directora del Centro de Salud José Marva que nos cuenta las novedades sobre el etiquetado, los próximos cambios legislativos y cómo la población se beneficia de la aplicación de una correcta política de identificación de ingredientes de los alimentos.
- ¿Se está notando tanto por parte de los médicos como de los pacientes que se le está dando una mayor importancia a llevar una dieta saludable?
Por supuesto, sabemos que la alimentación debe satisfacer las necesidades de energía y nutrientes de la población, debiendo ser equilibrada y sostenible y garantizando su salud general. Hace años los primeros estudios observacionales que se efectuaron ya apuntaban la existencia de una estrecha relación entre alimentación y predisposición a enfermedades crónicas-degenerativas.
En la actualidad se acumula evidencia relativa a la denominada dieta mediterránea reconocida como el paradigma de la buena alimentación por su asociación a una menor mortalidad cardiovascular, diabetes, obesidad, cáncer y demencia. Se estima que el 90% de la diabetes tipo 2, el 80% de las enfermedades cardiovasculares y el 30% de las neoplasias se podrían prevenir siguiendo hábitos de vida saludables.
Todo ello ha favorecido que diferentes instituciones sanitarias, fundaciones y medios publicitarios se impliquen en difundir e informar a la población sobre la importancia de una alimentación saludable. El objetivo es conseguir, a través de una intervención dietética, modificar la historia natural de algunos trastornos crónico-degenerativos.
- ¿Por qué no tenía un lugar prioritario, como hasta ahora, dentro de las recomendaciones de los facultativos?
La Medicina ha estado muy centrada en los últimos años en la farmacología y el avance de pruebas diagnósticas por imagen, que sin duda han mejorado la salud de la población. Pero cada vez estamos más concienciados de que los estilos de vida, que incluyen dieta y ejercicio físico, tienen un beneficio muy importante para evitar o retrasar la aparición de enfermedad.
- ¿Están suficientemente formados los médicos de AP para educar en salud y aconsejar la dieta más saludable según el perfil y patologías del paciente?
En la Estrategia de Promoción de la Salud y Prevención del Sistema Nacional de Salud, aprobada en 2013, ya se propone el desarrollo progresivo de intervenciones para ganar salud y prevenir enfermedades. El abordaje de la alimentación se realiza de manera genérica, no existiendo indicaciones específicas dentro del marco de las diferentes patologías.
En los proyectos formativos actuales de Medicina está incluida la capacitación en el terreno de la nutrición, en base a la importancia de la alimentación en la salud y la enfermedad, pero para los profesionales formados con anterioridad no existe una formación explícita en el manejo de estas situaciones y no siempre las recomendaciones siguen un patrón uniforme para la población adulta en Atención Primaria.
- ¿En qué aspectos es necesario realizar más cursos?
Para realizar un abordaje en consulta más completo, adecuado y conseguir un “efecto normalizado” para todos los profesionales, desde las diferentes instituciones oficiales es de máxima importancia implementar cursos, una formación que ayude a los profesionales de la salud a adquirir conocimientos básicos en Ciencia de la Nutrición relacionados con patologías crónicas prevalentes.
La labor que desempeña el profesional médico no impide las acciones de otros profesionales que pueden actuar complementariamente. La nutrición ha pasado a un primer plano en las consultas de nuestros pacientes por lo que debemos formarnos en este sentido para poder hacer recomendaciones con evidencia científica.
- ¿Cuáles son las modificaciones más importantes que ha experimentado el etiquetado alimentario en los últimos años?
En Europa desde el año 2014 se regulan múltiples aspectos de los productos envasados como el tamaño de la letra, la información sobre alérgenos, el origen de las grasas y aceite refinado así como la adicción de agua o proteínas en productos como la carne o pescado. De forma obligatoria se especifica en la información nutricional el valor energético, el porcentaje de grasas saturadas, hidratos de carbono, azúcares, proteínas y sal.
Como novedad en España desde mayo de 2019 se publica en el Boletín Oficial del Estado la normativa que regula la calidad para el pan. El Nutriscore es un nuevo sistema con código de colores para poder dar información nutricional a los consumidores que se va a poner en marcha en España y puede ayudar a realizar una mejor elección en los productos envasados.
- ¿Qué es conveniente saber en cuanto a publicidad y alimentación? A veces los anuncios utilizan términos (light, saludable…) que no se corresponden con la realidad ¿Cómo se debe actuar para convencer a los pacientes de lo que es verdad?
Las declaraciones nutricionales están reguladas en Europa a través del Reglamento (CE) 1924/2006 y afectan a todas ellas y las propiedades saludables efectuadas en comunicaciones comerciales, campañas publicitarias. Todas han tenido que someterse a un procedimiento en el que tienen que demostrar que están basadas en datos científicos sólidos y son evaluadas por la Autoridad Europea en Seguridad Alimentaria (EFSA).
A pesar de estar bien definidas, en publicidad se utilizan términos que pueden confundir al consumidor. La estrategia PAOS, diseñada desde el Ministerio de Sanidad, es un código de autorregulación en materia de publicidad dirigida a menores de 12 años que lamentablemente no siempre se cumple. La recomendación para los consumidores es una lectura cuidadosa del etiquetado centrándose sobre todo en la lista de ingredientes del producto y la tabla nutricional.
- ¿Son especialmente preocupantes los productos infantiles y la identificación de alérgenos?
No, la regulación de productos infantiles sigue la normativa vigente y los alérgenos se pueden identificar claramente en el etiquetado mediante la distinción tipográfica con el cambio del color o tipo de letra para poder ser reconocidos de forma fácil para los padres.
Si es preocupante el consumo elevado de azúcares en la infancia y la cantidad de productos envasados diseñados para niños que no siguen las recomendaciones de consumo máximo de azúcares a 5 gr./día tal y como establece la Organización Mundial para la Salud.
- ¿Qué debe saber el médico de Atención Primaria sobre qué son los alimentos funcionales y cuándo se deben aplicar?
La definición de alimento funcional más aceptada es la que considera que lo es cuando se ha demostrado que posee un efecto beneficioso sobre una o varias funciones específicas en el organismo, más allá de los efectos nutricionales habituales. Es decir, debe ser relevante para mejorar la salud y el bienestar y/o reducir el riesgo de enfermedad.
Un alimento funcional puede ser un alimento natural, como el aceite de oliva, o un alimento manufacturado al que se le ha añadido, quitado o sustituido ciertos componentes. El médico de Atención Primaria debe conocer cuáles son alimentos funcionales, qué beneficios pueden aportar a la salud y cómo se deben utilizar, manteniendo esta información actualizada y basada siempre en la evidencia científica actual.
