Pérez-Montoro Gutiérrez: “La formación de los estudiantes de Medicina es de las más completas de Europa pero no incluye contenidos sobre gestión de la información

24 nov 2018
Pérez-Montoro Gutiérrez: “La formación de los estudiantes de Medicina es de las más completas de Europa pero no incluye contenidos sobre gestión de la información

Es doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Barcelona y máster en Organización de Sistemas de Documentación en la Empresa por la Universidad Politécnica de Cataluña. Actualmente es Catedrático del Departamento de Biblioteconomía, Documentación y Comunicación Audiovisual de la Universidad de Barcelona y Director del Programa de Doctorado en Información y Comunicación de esa misma Universidad. Ha impartido en el ICOMEM un curso para médicos y otro para bibliotecarios que trabajan en instituciones sanitarias sobre “¿Cómo superar el síndrome de la tarta?: Comunicación eficiente con gráficos”.

  • ¿Poseen los médicos conceptos básicos sobre cómo pueden hacer más visible la información que manejan?
La formación que reciben los estudiantes de Medicina en España es una de la más completa de Europa. Los licenciados en esta disciplina poseen un nivel de competencia profesional comparable con el de la mayoría de los titulados en las universidades que aparecen en los primeros puestos de los principales rankings universitarios internacionales. Sin embargo, desgraciadamente, en esa formación no se suelen incluir contenidos dirigidos a la gestión de la información derivada de su praxis. Y, como podemos comprobar cada día más, la gestión de esa información se está convirtiendo también en uno de los factores críticos de la calidad de la profesión médica.
 
  • ¿Qué puede aportar a los médicos tener un conocimiento más profundo de este tipo de herramientas?
La profesión médica se sustenta, entre otras cosas, sobre dos pilares básicos: la formación continua y la investigación. Un médico, para mantener su competencia, debe formarse continuadamente a lo largo de su vida profesional. Pero también debe intentar contribuir al avance de la disciplina médica a través de la investigación científica. Y una de las dimensiones críticas que atraviesan esos dos pilares es la comunicación. La visualización de información se ubica en la base de una comunicación eficiente. Sin conocimientos sobre visualización, esa dimensión comunicacional disminuye de forma significativa.
 
  • ¿Dan los médicos importancia al estudio de este tipo de recursos que les pueden favorecer la comunicación científica?
Estoy convencido de que sí. Como indicador de este interés, sólo tenemos que recordar con qué rapidez se ocuparon las plazas del curso impartido en el Colegio de Médicos de Madrid, organizado por la Biblioteca de esta institución y BiblioMadSalud, dedicado a la visualización de información. Además, hay que tener en cuenta la lista de espera que se generó por la limitación en el número de plazas, y la reiterada petición de más cursos sobre esta temática recogida en las encuestas de satisfacción.
 
  • ¿Son ahora más conscientes que hace unos años dada la evolución tecnológica que hemos sufrido en las últimas décadas?
La evolución tecnológica ha comportado importantes avances. Pero también ha generado una inflación de datos. Nunca antes un médico se había visto obligado a trabajar con volúmenes tan grandes de ellos. La visualización de información es una de las mejores estrategias para digerir y analizar de forma eficiente esos volúmenes de datos.
 
  • ¿Hay un perfil profesional del médico que necesita estar más formado en estos campos?
Podríamos identificar dos perfiles, principalmente. Por un lado, el médico dedicado a la docencia. En ese contexto, la visualización se convierte en una herramienta básica para la comunicación y el aprendizaje. Por otro, los médicos dedicados a la investigación. Ésta se fundamenta sobre la producción científica, que incorpora como método básico de análisis y comunicación la utilización de visualización de datos.
 
  • Además de aprender a elaborar gráficas ¿en qué otros conocimientos deberían profundizar para que su labor divulgativa y docente se vean favorecidas?
Yo pondría el acento en dos tipos de conocimiento. Por un lado, la comunicación eficiente no sólo se basa en gráficas si no también en la utilización de otras estrategias de representación de datos como las tablas. A diferencia de lo que podría parecer, generar una buena tabla que comunique de forma eficiente no es una tarea sencilla. Necesitas utilizar conocimientos de diversas disciplinas (psicología, lógica o diseño, entre otras) para que funcione. Y, por otro lado, tampoco debemos olvidar que la visualización es sólo la punta del iceberg de una gestión eficiente de datos. Antes de “pintar”, de representar, los datos, debemos invertir una importante cantidad de esfuerzo en el refinado de éstos.
 
  • ¿Recomendaría que leyeran bibliografía sobre estos temas o es más positivo que acudan a seminarios o talleres prácticos?
La profesión de la Medicina es altamente absorbente. El escaso tiempo que deja la praxis diaria se suele concentrar en la formación continuada y la investigación. En ese escenario, para rentabilizar de forma racional el tiempo y el esfuerzo, yo les recomendaría, antes que trabajar de forma autónoma literatura sobre el tema, participar en talleres prácticos que les permitan adquirir conocimientos de forma directa. Y en esa oferta, las bibliotecas de las entidades dedicados al campo de la salud y los CRAIs universitarios, pueden convertirse en la unidad desde la que ofrecer este tipo de formación tan importante.